¿El hombre pisó la Luna realmente?
“Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad” fue la frase que Neil Armstrong dijo el 20 de julio de 1969, al convertirse en el primer hombre que pisó la Luna, tras una exitosa misión a bordo del Apollo 11. Esa gran hazaña auspiciada por la NASA fue transmitida por televisión en directo para millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, son muchos quienes afirman que el alunizaje fue una farsa y abundan las teorías acerca de la presunta estafa. La teoría de la grabación en un estudio cinematográfico es una de las más repetidas entre los detractores.
EL ESTUDIO CINEMATOGRÁFICO
Es la principal hipótesis de la llamada “teoría de la conspiración”. Allí se afirma que el gobierno de Richard Nixon armó un montaje al estilo Hollywood y la transmisión del alunizaje no fue más que una realización fílmica. El objetivo era, presuntamente, mostrar la grandeza de Estados Unidos por sobre la ex URSS. Críticas sobre detalles acerca del contexto en la Luna son la base de esta idea, que se basa en la insistencia del país norteamericano por simular un lugar de poder en medio de la Guerra Fría y la Guerra de Vietnam.
NUNCA FUIMOS A LA LUNA
En 1974 Bill Kaysing escribió y publicó “We never went to the Moon” (Nunca fuimos a la Luna), principal emblema de la teoría de la conspiración. En la obra, Kaysing sostuvo que al comparar las fotos con las filmaciones del alunizaje halló serias fallas de continuidad, lo cual correspondería a la supuesta “postproducción” del material. El autor agregó que la nave que despegó ante la mirada de millones de personas fue enviada, en realidad, sin tripulación y que consistió en un vil engaño. Así, el Apollo 11 habría sido solamente parte de un escenario montado para el presunto engaño.
EL CIELO SIN ESTRELLAS
Kaysing apuntó, entre otras cosas, a la ausencia de estrellas en las fotos de la misión Apollo 11 como una de las razones para sospechar del alunizaje. Ésta es una de las grandes críticas del autor, que también fue tomada más tarde por sus discípulos. Los detractores de la misión afirmaron que la explicación para esta falta de astros es que el lente de la cámara estaba regulada así a propósito. Según ellos, la inclusión de estrellas en la producción cinematográfica habría dejado al descubierto que se trataba de un fraude.
LA BANDERA QUE FLAMEA
Las imágenes de la bandera de Estados Unidos flameando al viento en la superficie lunar le dieron a Bill Kaysing otra razón para sospechar. Ese ondear en un ambiente sin atmósfera y, en consecuencia, sin viento, es una de las explicaciones de los llamados conspiradores para hablar de fraude. Así, lo que sugieren es un simple efecto especial sobre una insignia que, en realidad, jamás llegó a la Luna. La explicación oficial, o sea, la de la NASA, sostiene que fue el movimiento de Armstrong al clavar el mástil el que generó el flameo de la bandera.
LA HUELLA PERFECTA
La marca casi perfecta de la bota de Buzz Aldrin, piloto del Apollo 11, sobre el polvo seco de la Luna aparece como otra de las explicaciones de los detractores del alunizaje. La explicación de esta imposible perfección la dan relacionándola con la baja gravedad lunar. Se critica la nitidez de la pisada y hasta se llegó a señalar que, tanto esta imagen como el paseo lunar se grabaron en los estudios de Walt Disney y en desiertos del país norteamericano. Se trata de una de las imágenes más vistas en la historia. Pero su autenticidad, al menos para algunos, queda en duda.
LAS LUCES Y LAS SOMBRAS
Las luces y las sombras constituyen otro capítulo dentro de la teoría conspirativa. Lo que aluden quienes adhieren a esta teoría es que, si la luz del lugar solamente proviene del Sol, entonces las sombras debieran ir en una única dirección. Y agregan que en las imágenes de lo que para ellos es la falsa llegada a la Luna se observan sombras en distintos ángulos que dejan en evidencia la existencia de luz artificial. A esta acusación, la NASA responde con la justificación del reflejo del suelo lunar, que oficia también como iluminación.
AUSENCIA DE CRÁTER
Los detractores insisten también en lo extraño que parece la ausencia de cráter en el suelo tras apoyarse del módulo lunar. Según advierten, el alto peso del aparato y la gran cantidad de polvo hacen imposible que las marcas entre las patas del aparato no aparezcan registradas en las fotografías del alunizaje. Sin embargo, agregan, sí aparece debajo del módulo una extraña pisada cuya explicación nadie puede dar teniendo en cuenta que nadie debería haber caminado por allí antes de descender del vehículo. Marcas que sobran contra marcas que faltan conforman otra de las sospechas de los conspiradores.
MUERTES DUDOSAS
Una serie de muertes sospechosas alrededor de la teoría de la conspiración le dan más fuerza a esta hipótesis. Entre estos decesos, la del astronauta Gus Grissom es el que más fuerte suena. El hombre había sido muy crítico con las misiones Apollo. Según los detractores, su muerte pudo ser una advertencia para los disidentes que expresaban en público sus ideas contra la NASA. El comandante murió en el incendio del Apollo I. En 2001 la cadena televisiva Fox realiza una emisión especial titulado “Conspiracy Theory: Did we land on the moon?”. Aquí, la muerte de Grissom fue un capítulo de especial protagonismo.
EL SILENCIO DE ARMSTRONG
La vida de Neil Armstrong luego del alunizaje se rodeó del más absoluto silencio. El astronauta se negó continuamente a dar entrevistas y fue recién en 2012, poco antes de su muerte, que habló sobre la hazaña y sobre las teorías de la conspiración. Para los detractores, esta larga negativa no era más que una razón más para creer en la farsa. Sin embargo, Armstrong sostuvo que se tomaba a “broma” estas hipótesis que le daban descrédito a su aventura. “La gente ama las teorías de conspiración porque son muy atractivas”, sentenció. Y agregó: “Alguien volará de regreso a la Luna y recogerá la cámara que allí dejé”.
El primer hombre que viajo a la luna.
El 20 de julio de 1969, Neil Armstrong, comandante del Modulo LunarApolo 11, se convirtió en el primer ser humano que piso la luna. Sus primeras palabras al sentar pie en nuestro satélite, "Este es un pequeño paso para un ser humano, pero un brinco gigante para la humanidad"
fueron transmitidas a la Tierra y escuchadas por millones de personas. Justo antes de regresar a la nave, Armstrong hizo un comentario enigmático: "Buena
suerte, Sr. Gorsky". Mucha gente en la NASA pensó que fue un comentario intrascendente sobre algún cosmonauta soviético. Sin embargo, después de checar, verificaron que no había ningún Gorsky en el programa espacial
ruso o americano. A través de los anos, mucha gente lo interrogó acerca del significado de aquella frase sobre Gorsky y su contestación fue siempre una sonrisa.
El 5 de julio de 1995, Amstrong se encontraba en la Bahía de Tampa, Fla. Contestando preguntas después de una conferencia, cuando un reportero le recordó sobre la frase que había pronunciado 26 años atrás. Esta vez,
finalmente Armstrong accedió a contestar. El Sr. Gorsky había muerto y ahora Armstrong sentía que podía despejar la duda. En 1938, siendo un niño en una pequeña ciudad del medio oeste, Neil se encontraba jugando baseball con
un amigo en el patio de su casa. Su amigo voló la pelota, la cual aterrizó en el jardín contiguo, cerca de la ventana de la recamara de los vecinos.
fueron transmitidas a la Tierra y escuchadas por millones de personas. Justo antes de regresar a la nave, Armstrong hizo un comentario enigmático: "Buena
suerte, Sr. Gorsky". Mucha gente en la NASA pensó que fue un comentario intrascendente sobre algún cosmonauta soviético. Sin embargo, después de checar, verificaron que no había ningún Gorsky en el programa espacial
ruso o americano. A través de los anos, mucha gente lo interrogó acerca del significado de aquella frase sobre Gorsky y su contestación fue siempre una sonrisa.
El 5 de julio de 1995, Amstrong se encontraba en la Bahía de Tampa, Fla. Contestando preguntas después de una conferencia, cuando un reportero le recordó sobre la frase que había pronunciado 26 años atrás. Esta vez,
finalmente Armstrong accedió a contestar. El Sr. Gorsky había muerto y ahora Armstrong sentía que podía despejar la duda. En 1938, siendo un niño en una pequeña ciudad del medio oeste, Neil se encontraba jugando baseball con
un amigo en el patio de su casa. Su amigo voló la pelota, la cual aterrizó en el jardín contiguo, cerca de la ventana de la recamara de los vecinos.
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